Gráfico animado de Vera van Wolferen
Cuando la imaginación hace acto de presencia, todo puede suceder...
Bueno y qué más daba si el pobre gato asustado, nervioso y desesperado saltara en una constante búsqueda de alguna salida que le permitiera huir quedando libre de aquella caja de cartón. Joselito sólo tenía pensamientos para su aventura; la luna tan codiciada, por fin había logrado arribar a ella, en su ansiado viaje al espacio.
La caja daba tumbos de un lado a otro y dentro aquel pobre desesperado gato queriendo salir corriendo, lejos de Joselito. ¡Ah! pobre felino se convirtió en tema de segundo plano; pues para Joselito esa caja representaba su robot explorador saltando sobre la superficie de la luna, la otra caja donde metido estaba era su nave espacial y centro de operaciones.
Veía al pequeño robot yendo de lado a lado en tan importante misión.Cuanta simpleza habita en una pequeña mente para lograr la gran aventura, solo bastaron dos cajas de cartón, la imaginación y un pobre gato desesperado.
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