Estuve leyendo aquellas viejas cartas
sin dudar que a mi llegaría la añoranza con ese típico aroma que da el tiempo a
las cosas que se guardan por décadas. Me asaltaron los recuerdos en aquellas
líneas leídas que a las mías respondían sobre papel de libreta escolar.
Inevitable servir una copa de tinto, inevitable
poner aquel disco de acetato; las cosas cambiaron, el tiempo transcurrió más no
las emociones ni los sentidos.
Delimitada nuestra cercanía por la
distancia que solo me reconforta una copa de vino con una vieja melodía, himno
de nuestra historia.
Sé que la escuchas también cuando tu
pensamiento me llama obligado a recordar los mismos anécdotas alojados dentro
de nuestro ser como tatuajes perpetuos indelebles.
No sé cuántas veces he repetido la
canción, es como poner leños a la chimenea y mantener vivo el fuego que da
calor; es que cada estrofa tiene tanto sentido, habla tanto de lo que fuimos,
que repetirla mantiene avivado y fresco cada detalle conque vivíamos nuestro
amor.
Ahora comprendo aquello de los amores
imposibles donde se entrega todo, se apuesta el alma sin reservas y al final solo
se resume en lo que la mente guarda de aquella historia.
Una vieja melodía para dos y unas
cartas que huelen a añoranza fueron factor en una tarde de lluvia para escribir
mis memorias sin letras, no esta vez como suele ser.
El recordar a detalle cada momento fue
suficiente para plasmar en la mente aquella época vivida en un amor de
juventud.
Xavier H.©
Cuando uno se pone a leer esas cartas guardadas con tanto amor, viene a la mente ese amor de juventud que huele a añoranza. Muy pocas veces ese amor joven se hace realidad. Un relato que conmueve el alma. Un abrazo.
ResponderBorrarAmores de esas épocas dificilmente se olvidan. Gracias Maria del Carmen
BorrarNada más nostálgico que los amores perdidos. Muy dulce y muy bonito.
ResponderBorrarGracias Marta, son esos amores que se añoran por mucho tiempo.
BorrarUnas viejas cartas vienen a despertar el recuerdo añorado de un amor de juventud en la memoria de la voz que cuenta la historia. Y lo hace con una prosa cargada de sentimiento, sin estridencias, como contenida a veces, como mascullando la dulzura o la nostalgia entre las palabras.
ResponderBorrarMuy buen relato, Xavier.
Te deseo mucha suerte en el concurso del tintero.
Ariel
R. Ariel gracias por leerme, tambien agradezco el amable comentario. Saludos
BorrarUn relato cargado de nostalgia, con el que todos, casi con seguridad, nos podemos identificar.
ResponderBorrarSuerte en el concurso.
Saludos
Muchas gracias Ana Palacios. Sin duda muchos se identificarán, saludos
BorrarGracias, Xavi, por participar con este relato en EL TINTERO DE ORO. Un abrazo y suerte!!
ResponderBorrarUn abrazo estimado David, gracias a ti por la oportunidad que me das.
BorrarUn relato intimista, cargado de nostalgia y añoranza, nacido de unas cartas y una melodía. La inspirada prosa poética evoca imágenes pretéritas y recuerdos soterrados.
ResponderBorrarSuerte en el concurso de "El Tintero"
Te invito a conocer mi blog: castroargul3.blogspot.com.es
Saludos cordiales, Xavi.
Agradezco tu comentario Paco López,gracias por invitarme a leerte, visitaré tu blog.
BorrarHola, Xavier. Muy emotivo tu relato. Una prosa poética llena de nostalgia.
ResponderBorrarMuchas gracias beba
BorrarNo veo mi comentario; no sé si me enredé y no lo he mandado. Por las dudas, repito las ideas: un relato original, de ensueño y fantasía, hilvano con buena escritura.
ResponderBorrarSí aparece el comentario. Vuevo a agradecer por la lectura y el amable comentario.
BorrarTodos tenemos unas palabras y una melodía clavadas en el corazón, ¿verdad Xavier? No suelo plantearme qué hubiera pasado si... pero recuerdo amores de juventud y se me dibuja una sonrisa en la cara, un guiño a ese muchacho que fui.
ResponderBorrarUn abrazo, compañero.
Hola Xavier, precioso texto. Una tarde de lluvia es tan especial a veces para revivir con dulce nostalgia un amor. Si a eso le sumamos unas cartas y una melodía, bueno el hechizo está servido. Los has logrado a la perfección. Un texto pleno de romanticismo como los que me gustan. Felicidades. Saludos.
ResponderBorrarEn el fondo el tiempo, siempre el tiempo que no para. Esas cartas le hacen tomar conciencia de su paso y le despiertan la nostalgia de ese viejo amor de juventud que vivió.
ResponderBorrarUn saludo y suerte
Hola Xavier. Bienvenido a tu primer tintero.
ResponderBorrarLos primeros amores es lo que tienen, sean platónicos o no, que quedan, como bien dices, indelebles en el recuerdo. La lluvia, la música y una copa de buen vino un trío propicio para la nostalgia de los viejos tiempos.
Un cordial saludo y suerte compañero.
HOla Xavier nos vemos de nuevo. Esa nostalgia del pasado es signo de que hemos vivido, vivimos y seguimos soñando con amores, pero solo con otra mirada. Esa copa de vino y ese fuego, se puede ver tras de ellos, describes momentos íntimos; un encuentro sencillo, donde se atrapa el sueño y se piensa en... me fui de vieja y atrapé ese rincón para mi sola. Un abrazo
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