10 de septiembre de 2019

La pócima de la juventud




Durante años, había buscado la fórmula que le diera por fin aquella ansiada eternidad. Cansado de salir noche a noche en búsqueda de víctimas que saciaran su estado de eterna juventud, recorrió pueblos y lugares, visitando hechiceros sin obtener una respuesta favorable.
En lo alto de la montaña una bruja le observaba detenidamente cada noche, conocía bien aquel obsesivo deseo del cual el vampiro era preso.
 Ella también vivía la misma situación, así que astuta, quiso aprovechar la oportunidad. Maliciosa, como todas ellas, decidió ofrecerle una pócima mágica que funcionara como lo deseaba el vampiro. La siguiente noche, oportuna, se cruzó en el vuelo de su víctima, haciéndole saber que tenía solución a su petición. Así que ambos dialogaron entre los altos árboles del oscuro bosque.

 - Sé lo que buscas mi querido y longevo amigo, llevo tiempo observándote y creí justo brindarte mi ayuda.
- Nada que sea impedimento para mi, solo deberás conseguir algunos elementos para realizar el hechizo que llevará la pócima.
- conociendo a las brujas, no creo que sea gratuita tanta bondad de tu parte. Replicó el vampiro - Seguramente algo tienes entre manos.

 Con risa sarcástica, ella respondió:
- cierto, no puedo mentirte, al final de todo, ambos somos malévolos y oscuros.
- Habrá sólo una mínima condición querido…
¡Un beso tuyo!
- aletargado y profundo, ese que me devuelva la belleza juvenil y eterna; a cambio tendrás tú la misma eternidad que deseas.
- Ya no saldrás por las noches, a menos que sientas necesidad de hambre, además podrás caminar
a la luz del día. Demasiada tentación para él, durante años buscó tan ansiada fórmula,
caminó unos segundos de un lado a otro seguido por su sombra oscura reflejada por la luz de la luna. 

- ¡Acepto el trato! - solo advierto que no habrá más de un beso.
- Descuida querido, solo uno que será duradero y suficiente para absorber lo que necesito;
 esa será mi pócima y condición.
 Cerraron el pacto con un apretón de manos mientras el vampiro recibía instrucciones que la bruja le dictaba con claridad.

 - Pon atención querido, tendrás que visitar a la hija del rey, le robaras un beso profundo,
 recogerás con tu lengua porción de su saliva y la mezclarás con la tuya.
 Llevarás pequeños frascos, con tapa de corcho donde guardarás lo que te pido.
 Provocaras sus instintos, que sienta calor; cuando ocurra, de su cuello recolecta gotas de sudor          emanado. Por último, clava los colmillos y extrae una porción de sangre, será
 suficiente para preparar un brebaje que tomarás para que surta efecto.
 - Después, te besaré para llevarme su belleza, quedándote tú con su juventud que te dé vida eterna,
   y eso será todo para no volvernos a ver.
- Deberás arreglarte para convencer a la princesa, será tu trabajo, lo demás estará de mi parte.

 Para el vampiro no fue difícil conseguir lo que la bruja le pidiera.
 A la siguiente noche voló hasta el castillo, entró por la ventana que daba a la alcoba
de la princesa, la cual ya dormía. El ruido extraño y aleteo la despertaron exaltada,
intentó levantarse, pero el vampiro colocó su mano sobre la frente y mirándola fijamente
la puso en un estado hipnótico. - Realmente eres bella, le susurró, pero no estoy aquí para contemplarte; tomaré de ti aquello que la bruja me ha pedido y partiré.
 Besó a la princesa con profundidad para poder mezclar su saliva con la de ella recogiéndole con su lengua, para luego poner en un frasco de laboratorio, ese beso inquieto a la joven
provocando un calor interno e intenso que provocó sudor en la piel, aprovechó el vampiro para recolectar las gotas que se desprendían de su cuello.
Finalizó con su especialidad, encajar los colmillos para extraer suficiente sangre,
con eso completaba los elementos solicitados por la bruja para preparar su pócima.
Voló de regreso hasta el bosque para entregar los frascos, esperó en el mismo sitio,
de una repentina explosión y humo hizo su aparición la bruja.

- ¿Conseguiste lo que te pedí?
- Sí, aquí lo tienes, espero sea suficiente. Y le entregó los frascos
- Descuida querido, es más que suficiente.
Búscame mañana a esta misma hora aquí para cumplir con lo pactado.

A la noche siguiente acudió el vampiro a la hora marcada, la bruja lo esperaba ansiosa y nerviosa, llevaba consigo un pocillo de barro que contenía el brebaje preparado.
Ansiosos ambos, no hicieron esperar el momento y le dio la pócima para que la tomara.
- Tómala querido, bebe hasta el fondo en un solo trago y despacio hasta la última gota.
La bruja reía a carcajadas con malevolencia , sarcástica, y cierta alegría mientras
él tomaba aquel brebaje.
- Todo se ha consumado, ahora seré inmortal y bella… Se abalanzó contra el vampiro
y lo tomó del rostro con sus manos frías de largas uñas, se acercó para besarle con intensidad,
con el beso comenzó a succionar haciendo pausas, algo extraño noto el vampiro en la mirada
de ella a la vez de una extraña sensación. Intentó retractarse y retroceder pero no fue posible,
los labios de la bruja eran como un imán de fuerte atracción.
 Comenzó a sentirse débil,
sin voluntad, mientras miraba con terror a la bruja que le aspiraba la sangre y el aliento llevándose pedazos de su alma. Su cuerpo se adelgazo y envejeció, el vampiro había sido víctima
de la bruja, lo había utilizado para su malévolo fin.

 Ella necesitaba una pócima a base de saliva, sudor y sangre de una joven virgen más la sangre total de un vampiro para obtener la fórmula perfecta que le diera eternidad y juventud.
Soltó al débil y decrépito cuerpo del vampiro que cayó aterrado y agonizante;
 la bruja reía sin detenerse alejándose triunfal del lugar. El vampiro poco a poco se desintegraba
 hasta degradarse en un montículo de ceniza que un fuerte viento esparció por el bosque.

Ahora se dice que en dicho bosque aparece una joven mujer bella que cuando mira humanos
huye y se interna en lo más profundo del lugar. Un espectro como sombra vuela por las noches lanzando aterradores gritos. La obsesión y una excesiva confianza aniquilaron al vampiro,
el cual era una porción mayor en la pócima que daría eternidad y juventud a una malévola
y astuta bruja.



                                                   Xavier Hernández©

6 de junio de 2019

Paciente espera

imagen de la web


El casero tenía cierta idea acerca de su viejo reloj; ese que colgaba sobre la pared en la chimenea, creía que llamaba tanto la atención en todo momento al entrar o salir de la sala por el solo hecho de haber pertenecido al abuelo.
Un vaivén paciente y rítmico de su péndulo, una  caratula antigua que pareciera sonreír gentilmente; adoraba tanto a esa reliquia familiar.

Más no sabía que la sonrisa era meramente sarcástica, burlona y de advertencia.
Cada ir y venir del péndulo significaba una pala de tierra extraída de aquel agujero destinado a su persona; la paciencia se debía porque el reloj conocía lo perfecto de su tiempo y llegaría el momento en que aquella tumba estuviese lista.

Sería ese el día, se detendría para su dueño, más no para los demás.
Continuaría su paciente labor preparando una próxima tumba y que sería para el siguiente miembro de la familia. 

Xavier H.©





12 de mayo de 2019

Aventura en alta mar






- ¡Venga marineros! -
- ¡No detendremos marcha! -
- surcaremos el océano entero hasta encontrar la isla encantada -…
Era la voz del capitán con dotes de líder instruyendo a la tripulación; navegar sin detenerse, enfrentar  cualquier embarcación enemiga, vencer todo impedimento que les evitara llegar. Sus órdenes tajantes, no permitir a ningún enemigo encontrar aquella codiciada isla.
Nadie la conocía aun, pero era fuerte el rumor de la leyenda en todos los puertos, se decía que existían galeones hundidos a su alrededor conteniendo preciados botines valiosos en oro.

5 de mayo de 2019

Íntimo

                                                                                    Imagen de la web




Hay cosas que ni el viento conoce de mí, se las he ocultado en la oscuridad de la noche, en la dimensión de los sueños. No todos mis cantos ha escuchado la luna, algunos los pregono en la memoria misma, fingiendo que en nada pienso. Hay cosas que vivo para mí en la misma soledad, refugio de los momentos como barca solitaria en el viejo muelle atada entre tablas. 

29 de abril de 2018

Viejos tiempos



Estuve leyendo aquellas viejas cartas sin dudar que a mi llegaría la añoranza con ese típico aroma que da el tiempo a las cosas que se guardan por décadas. Me asaltaron los recuerdos en aquellas líneas leídas que a las mías respondían sobre papel de libreta escolar.
Inevitable servir una copa de tinto, inevitable poner aquel disco de acetato; las cosas cambiaron, el tiempo transcurrió más no las emociones ni los sentidos.

Delimitada nuestra cercanía por la distancia que solo me reconforta una copa de vino con una vieja melodía, himno de nuestra historia.

Sé que la escuchas también cuando tu pensamiento me llama obligado a recordar los mismos anécdotas alojados dentro de nuestro ser como tatuajes perpetuos indelebles.

No sé cuántas veces he repetido la canción, es como poner leños a la chimenea y mantener vivo el fuego que da calor; es que cada estrofa tiene tanto sentido, habla tanto de lo que fuimos, que repetirla mantiene avivado y fresco cada detalle conque vivíamos nuestro amor.

Ahora comprendo aquello de los amores imposibles donde se entrega todo, se apuesta el alma sin reservas y al final solo se resume en lo que la mente guarda de aquella historia.

Una vieja melodía para dos y unas cartas que huelen a añoranza fueron factor en una tarde de lluvia para escribir mis memorias sin letras, no esta vez como suele ser.

El recordar a detalle cada momento fue suficiente para plasmar en la mente aquella época vivida en un amor de juventud.

Xavier H.©

28 de diciembre de 2017

Cartas simuladas






En algún momento todos encuentran un pero a el trabajo, el mio no era excepción, el único gusto que le tenía era solo por pasarla en las calles a diario. Siempre creí que caminar era bueno para la salud; pretexto para no dejar de fumar mientras oxigenara los pulmones.
Además, ese regordete mal humorado que tenía por jefe me aumentaba las ganas de tomarle sabor a estar fuera, nada era mejor que andar por las calles sin tener que soportarlo todo el día en la oficina de correos.
Trazar una ruta me facilitaba la actividad y casi siempre comenzaba por las zonas alejadas, comúnmente los vecindarios dejando al final la correspondencia que era enviada a oficinas y comercios céntricos de la ciudad. Me deleitaba mirar aparadores de calzado, trajes de moda y todo aquello que se mantenía decorado detrás de los cristales, no se porque tenia gusto por los escaparates; quizá se debía a que siempre fui atraído por el diseño, no entiendo porque no estudié arquitectura o decoración.

25 de noviembre de 2017

Negros relatos







Tres millones de personas llevan todos los dias
un arma corta cargada en Estados Unidos y
nueve millones la llevan por lo menos una vez
al mes. La razón principal de ir armados es la
protección personal según informe publicado 
en el American Journal of public Health.








        El diablo tiene cara de humano y
        la muerte siempre le acompaña 
        a todos lados con un saco a la espalda. 
        Uno tienta y el otro carga...






Relato 1


Texas (Estados Unidos)
Día de acción de gracias, cuarto jueves del mes de noviembre como cada año. Un día de unidad familiar para agradecer y compartir con los seres queridos; entre cena donde el menú siempre será el típico pavo y las actividades compartidas en familia.